El Tarot es un sistema simbólico depositario de una sabiduría milenaria. Durante siglos ha sido usado para conocer pasado, presente y futuro. Pero, ¿hasta qué punto tanta sabiduría tiene como objeto la predicción? Ante la típica pregunta: ¿Lograré el empleo que me han ofrecido?, ¿qué utilidad tiene decir “sí, lo vas a lograr” o “no, no lo vas a lograr”? Es de mucha más ayuda transformar la pregunta en: ¿qué pasa conmigo, qué me lleva a abandonar mis empleos?, o ¿por qué no encuentro un empleo que me haga feliz? Incluso: ¿qué actitudes me ayudarían a mejorar mis relaciones laborales para hacerlas más saludables, sinceras y estables?
En cierto sentido, nuestro futuro no es un misterio, es la consecuencia de las elecciones de nuestro presente y pasado. Lo estamos moldeando con cada decisión que tomamos, como efecto de la ley de Causalidad (acción y reacción). ¿Cómo elabora la ciencia sus predicciones si no es a través de la observación del pasado y del presente de su objeto de estudio? En realidad lo que vemos como futuro no es más que una tendencia predecible según los datos que nos proporciona el pasado.
Cuando un tarotista (astrólogo, quiromántico, etc.) le asegura a alguien “éste es tu futuro” lo hace en función de los datos que observa. Mediante sus afirmaciones, puede estar reforzando las creencias del sujeto y creando un condicionamiento que lo conduce a esperar las señales que confirmen la predicción o, peor aún, a crear esas señales, o los eventos mismos, convencido de que la predicción “siempre se cumple”. Esto ocurre de manera inconsciente, mediante un condicionamiento que priva a la persona de su libertad de decisión o del uso de los recursos necesarios para tener una vida más auténtica y de mejor calidad. Las llamadas profecías auto-cumplidas, nos hacen víctimas de fuerzas externas, perdemos el control sobre nuestras vidas y nos imposibilitan para construir una vida mejor.
Una predicción hecha de manera tajante no ayuda a quien se consulta y limita y “atrofia” las posibilidades del consultor. Hablar del futuro como una tendencia en la cual reconocemos en el sujeto su libre albedrío y capacidades transformadoras, da a una consulta de Tarot una calidad y una trascendencia incalculables. Sí podemos deducir tendencias a través de las “señales” del Tarot, pero dejando bien claro que ese futuro es un “escenario posible” como consecuencia de las actitudes propias del consultante y su circunstancia. Y que ese escenario puede ser mejorado, transformado, en función de la voluntad de cambio de individuo.
Dentro de esta perspectiva, el tarot puede ser una poderosa guía para la reflexión y el auto-análisis. Al reflejar las fuerzas que nos mueven (arquetipos representados en los Arcanos Mayores) y las circunstancias concretas de nuestra vida (Arcanos Menores) podemos emplearlo como una herramienta de autoconocimiento y crecimiento personal. Más que una ciencia es un arte basado en el simbolismo presente en la mente subconsciente de cada uno de nosotros y en el inconsciente colectivo.
En terminología junguiana el tarot representa el proceso de individuación, que es el proceso a través del cual nos convertimos en individuos completos equilibrados, maduros y estables. Sabemos que este proceso no es fácil, que en el camino tenemos que luchar contra nuestros propios monstruos y sortear toda clase de obstáculos, ya que en la simbología del Tarot nosotros somos los héroes de nuestras propias vidas.
Si bien es cierto que el tarot no puede evitarnos sufrimientos o situaciones incómodas, también lo es que nos guía para integrar estos momentos, sacar de ellos el mayor provecho y aprender. Con el tiempo aprendemos a vivir más alertas y menos desde el papel de víctima, aprendiendo que nada ocurre por azar, ni es u castigo. Cuanto ocurre es una oportunidad de crecimiento El Tarot es un medio maravilloso para explorar nuestro mundo y auto-explorarnos. Todo aquel que esté interesado en conocerse más a fondo y comprender su mundo de relaciones tiene en él un aliado sin par.
Todos estamos en un camino de crecimiento. Todos los días aprendemos algo. El Tarot nos puede ayudar a reconocer los hitos en nuestro camino y a vivir mejor nuestros roles como héroes de nuestras propias vidas.
Marinela Ramírez
Profesora de Tarot Rider, Tarot Cósmico, Runas y Oráculo de la Sibila